Si buscas una cala para visitar en invierno con mucho encanto e interesante, no debes perderte la cala del Tío Ximo. Es una de esas playas de guijarros y arena, entre acantilados, con mucho encanto. Te ofrece muchos atractivos, tanto si te gusta observar los fondos marinos con una rica fauna y flora, como si prefieres conocer las formaciones geológicas y la historia tierra adentro. Sus aguas turquesas y cristalinas, sus vistas panorámicas y su conservación natural la convierten en un tesoro para los amantes de la fotografía.

Cala del Tío Ximo

Está enclavada en la Sierra Helada y constituye el final del barranco de su mismo nombre. Este se formó gracias a la erosión producida por el agua de lluvia y es el más largo de la sierra.

El topónimo se adoptó en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Joaquín Arquín, conocido como tío Ximo, y su esposa adquirieron el terreno. De esa época, datan los bancales de la ladera del barranco y una casa de campo que prestaban a los habitantes del pueblo porque era muy saludable. Junto a los algarrobos, viñas y una higuera que sembró el tío Ximo, encuentras la vegetación típica mediterránea en forma de pinos, matorrales y hierbas aromáticas, como el espliego.

La mina de ocre

En los años 40 del siglo XX, el tío Ximo se vio obligado a acceder a la explotación de una mina de ocre en sus terrenos. Fue la última de las minas de ocre en cerrar de la sierra y es, probablemente, la cavidad artificial más desarrollada de toda la provincia de Alicante. Si te acercas, el tipo de ocre que vas a encontrar es el amarillo, especialmente, lepidocrocita y goetita, que se formó en el Triásico. En la época de su explotación, este mineral se utilizaba para fabricar pinturas.

Una cala para visitar por la belleza de su fondo marino

Es una joya inolvidable si eres aficionado al snorkel o buceo con tubo por la riqueza de flora y fauna que vas a encontrar. No puedes dejar de hacer su ruta circular. El alto grado de transparencia del agua en este enclave te va a facilitar descubrir amplias isletas de posidonia junto a bellas alfombras de arena blanca, rocas y cantos rodados. En ella, habitan pulpos y sepias, mabras, serranos, pelayas, blenios o salpas, entre otras especies. Durante tu recorrido, te van a rodear nubes de castañuelas, donde los destellos azules de los más jóvenes constituyen uno de los espectáculos más bonitos de la naturaleza.

Características

Te vas a encontrar con una cala de pequeñas dimensiones y con una orientación muy apropiada para contemplar embelesado los atardeceres rosados tan característicos del Mediterráneo. Es completamente accesible lo que la convierte en apta para ir con niños o con personas con dificultades de movilidad. Sin duda, es un lugar precioso para pasear. Te ofrece un bonito contraste a los extensos arenales de Benidorm y al bullicio.

Es una de esas playas para ver cerca de Benidorm. Está justo antes que Cala Almadraba y puedes llegar a ella en coche, aunque no tiene aparcamiento. Para dejar el vehículo es mejor que utilices el parking del mirador de la punta de l’Escaleta.

Tanto en verano como en invierno

En verano, sus aguas mansas y tranquilas, casi invariables, atraen a los bañistas autóctonos que huyen de otras playas con corrientes. En invierno, ocurre igual. Así, es un paraje ideal para la práctica de kayak en cualquier época del año si eres aficionado. Además, te espera una grata sorpresa. Si deseas realizar la ruta desde esta cala a Cala Almadraba con la canoa, encontrarás la cueva del Barbero a medio camino, un espacio con unas vistas impresionantes. Su acceso por tierra es un poco complicado y solo te lo aconsejamos si tienes mucha agilidad. No lo recomendamos si vas con niños pequeños.

Un lugar para hacer buenas fotografías

Tanto si eres aficionado a la fotografía submarina como a la terrestre, es una cala para visitar de manera obligada. Los acantilados, las tonalidades cambiantes según la luz del día, las vistas de Benidorm y los atardeceres te ofrecen un espectáculo único que no vas a olvidar. Si quieres captar la esencia del mar Mediterráneo esta, sin duda, es la playa apropiada.

En definitiva, la del Tío Ximo es una cala para visitar en invierno y en verano. Es un enclave para disfrutar tanto para un paseo romántico, como para una excursión en familia o al practicar buceo y kayak. Anímate y ven a descubrirla.