Los vestigios romanos de la Costa Blanca que es posible observar en la actualidad tienen una antigüedad que data de hace más de 20 siglos. Fue en ese momento cuando cuatro magnates del comercio eligieron la costa alicantina para levantar unas majestuosas villas, las únicas de todo el litoral de Hispania que contaron con viveros marítimos.
Lujo romano en primera línea de la playa
Las ruinas romanas de la costa de Alicante nos indican que más de 2000 años antes de que se inventara el concepto de turismo de costa que hoy conocemos, los romanos conocieron y disfrutaron del potencial que esta zona de Hispania ofrecía.
Así, a lo largo de la Costa Blanca fueron construyendo una serie de villae marinae, consideradas en su momento como la más grande representación del poderío económico. Se trataba de palacetes de grandes dimensiones, que contaban con balcones, miradores, ventanales y columnatas. La disposición de las habitaciones y la orientación hacia el mar permitía a sus habitantes disfrutar de las vistas, la brisa marina y el calor de la zona.
Ricos mercaderes romanos, que habían amasado fortuna con el comercio de vino, aceite y pescado, utilizaron sus riquezas para construir una serie de fastuosas viviendas cuyos vestigios pueden observarse todavía a día de hoy. Así de importante fue su grandeza.
Además, una de las características propias de este tipo de construcciones era sus piscinae, una especie de viveros de peces cuya construcción podía llegar a ser incluso más costosa que la de la propia villa. En ellas se criaban peces y son absolutamente únicas en todo el litoral español. Es decir, las villas de la Costa Blanca son las únicas que cuentan con estas piscinae. Para poder ver algo parecido hay que ir a Italia, donde sí es posible encontrarlas.
La razón por la que es posible encontrar estas exclusivas construcciones únicamente en esa zona es de tipo geológico. Y es que la roca se caracteriza por ser blanda y muy fácil de excavar, permitiendo la instalación de las piscinas. Además, las corrientes marinas alicantinas son únicas, ya que propician la cría y pesca de peces.
En todo caso, lo que sin duda apreciaron más los magnates romanos fue el clima del lugar. Veranos e inviernos suaves, sol, brisa y espectaculares vistas en primera línea de la playa atrajeron a aquellos que buscaban el lujo, pues en ningún sitio como en la Costa Blanca podían disfrutar así del mar.
Ruinas romanas bajo una torre árabe
Si bien hasta ahora te hemos hablado de los vestigios romanos en primera línea, lo cierto es que cada año se realizan nuevos descubrimientos, pues la zona es enormemente rica en esta clase de yacimientos. Tanto es así, que recientemente se ha descubierto una nueva villa romana que se hallaba oculta bajo una torre islámica enterrada en las dunas de la playa. Según los arqueólogos y expertos de la Universidad de Alicante, se trata de un hallazgo de enorme importancia.
El yacimiento abarca una vastísima extensión, la cual presenta numerosos restos dispersos a lo largo del dunar litoral, que incluye tanto elementos de la época romana como elementos pertenecientes a la época islámica, pues la zona nunca dejó de ser habitada, debido a su enorme atractivo.
En las diversas fases de las excavaciones se han ido descubriendo más y más elementos: desde restos de un edificio residencial romano (probablemente una villa al estilo de las referidas villae marinae) hasta la citada torre árabe. La estructura de la villa romana es muy parecida a las de primera línea, pues cuenta con cimientos que indican una estructura compleja y una gran cantidad de habitaciones y columnatas. No es menos cierto, eso sí, que en este caso la villa no cuenta con piscinae.
En todo caso, todo esto pone de manifiesto lo que hoy es una realidad evidente: la Costa Blanca presenta un atractivo inigualable para todo aquel que desee disfrutar de los lujos de una naturaleza, clima e interés imbatible. De eso ya eran conscientes los romanos hace 20 siglos, lo supieron también los árabes y lo sabemos nosotros también hoy.
En conclusión, los vestigios romanos de la Costa Blanca suponen una enorme atracción turística para pequeños y mayores, pues presentan enorme interés y atracción. Si estás pensando en dónde pasar tus vacaciones este verano, no dudes en venir a Alicante, encontrarás satisfacción para todos tus intereses, ¡no pierdas más tiempo e infórmate!